Han pasado tantos años
tantas vidas y partidas
tantos llantos, tantas risas...
Que quisiera contarte de mi,
soy maestro sin alumnos,
soy amigo sin respaldo,
soy esposo sin firmarlo.
Y mil cosas me ocurrieron
y ninguna a destacar,
ni siquiera que aún recuerdo
tu sonrisa al despertar ..
Estudiante malo era, lo sabias recordar,
me empujabas a la vida,
pero yo quería solo vagar
por las calles con la gente,
por la noche, sin pensar.
Y un día me crucé,
con un chino, que no fue,
era bajo de estatura
y su sonrisa de nuez.
Me cautivaron los chinos,
los silenciosos, los retorcidos,
me llenaba su paz, su voz,
su vida, más que la mía.
Y me dió por intentar comprender,
de sus vidas y familias,
de su duro porvenir,
de cómo empujar lo bueno
que estuviera por venir.
Y estudiaba en las noches,
comprendía transigir,
trabajaba duro al día
no dormía, no podía.
Y han pasado casi 30 años
desde aquel amanecer,
han pasado ya mil cosas
Y no puedo resistir.
Ya me pesa la mochila,
ya me cuesta decidir,
si abandono este camino,
si me marcho ya de aquí.
Pero no puedo partir,
porque en casa dos cachorros,
necesitan aún de mi.
Y aún quisiera contarte
que me llena de alegría,
lo que pasa por mi mente,
pero no, te mentiría.
Muchos logros, mucho esfuerzo,
muchas veces, y recuerdos,
muchos fallos, muchos lloros,
muchas risas, muchos sueños.
No me olvido de quién soy,
donde estuve, y donde voy
sé de donde provengo,
sé mi lucha y mi convoy.
Pero la melancolía me arropa,
A veces me tapa tanto, tanto, tanto,
que me hunde donde voy
que no me permite seguir caminando
ni sabiendo ni quién soy.
Te recuerdo, y no sé quién eres,
porque eres tú, y un poco también yo soy...
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