martes, 5 de octubre de 2010

fruncido el ceño



de tu espalda rota en mil pedazos
cual espiga que se enreda en mi sonrisa,
en mi mente, en mi abrupto regazo
que se muere siempre indecisa.

de tus ojos que se encogen
cuan almedras protegidas
de los hambrientos abriles
de las dolidas ardillas.

quisiera expresar en mis sueños
cuantos duelos agotados
cuantas noches paso envela
sólo pienso en tus recuerdos

quisiera amaneceres felices
sonrisas tempranas, caricias y sueños
de futuro intenso, precioso

y solo tengo dolor,
amaneceres grises, gritos, llantos,
voces que retumban mi mente
veneno que me encoge el alma.

quisiera miradas brillantes
ante mi despertar difícil,
ante mis ojos hinchados
quisiera tener tu ceñir.

quisiera no verte fruncido el ceño
ni ojeras de alma encogiendo tu sonrisa
que es de lo tuyo lo más bello
es como del mar respirar la brisa