viernes, 11 de diciembre de 2009

inclusión desde el empleo

Una afirmación que considero importante, desde el sentimiento maestro, o más bien, desde el sentimiento persona es el de la inclusión social de personas con discapacidad. Este hecho, ordinario (o casi) en la actualidad, permite conocer algunas de las reflexiones profundas que se asientan en nosotros.

Desde la consideración más profunda que tenemos como personas deberíamos conculcar derechos iguales, no discriminación, igualdad...

En mi pensamiento se aloja en muchas ocasiones la cosideración de la integración laboral como base de la inclusión social. Desde el cambio de perspectiva personal, familiar y social hasta el hecho que la persona se convierte en contribuyente, llegando a este estatus desde una posición de mero receptor de ayudas o bonos sociales en el mejor de los casos, cuando no de una mera carga familiar sin ningún tipo de ayuda o reconocimiento social. El paso del "pensionista al contribuyente" incluye el acceso a un estatus social que dificilmente podría conseguirse mediante otros medios.

La autopercepción, la autoestima y la proyección hacia los demás, se incrementan de forma importante al llegar el empleo.

El empleo es capaz de convertir a las personas con discapacidad en ciudadanos de pleno derecho, contribuyentes en un sistema social que necesita agentes activos y colabora con los que no pueden serlo o ya han superado esta etapa.