EL CONSUELO DE LOS NECIOS

El consuelo de los necios que no buscan sino alcurnias, o quizá carpetovetónicas respuestas que sólo surgirán del encuentro con el Dios oculto (o quizá no tanto) que todos llevamos dentro.
En realidad el reflejo de la sociedad con la que nos encontramos no es más que la suma de los hijoputas que formamos parte de ella. Que sería de nosotros si fueramos buenos compañeros, amigos o esposos?. Pues nada más consistiría en ser unos necios de la vida, no aspiraríamos a nada y no tendríamos que pisar a nadie. Pero eso no es posible. La realidad es la dicha, los hijoputas están por todos lados, no saben ni cuando, ni como, ni donde encontrarse con su Dios interior, porque seguro que también lo tienen, y además intentar llegar a él antes que tu, como si hacerlo conllevara demostrar que su Dios es más grande o que lo conocen más. Pues no entiendo nada.
El hijoputa que te pone el codo delante para llegar a su Dios antes, es decir, ser más o mejor que tu, no se sabe el por que de sus razones; pero es así, inevitables costumbristas acojonados de la vida, que no intentan más que crecer a base de decrecer al resto.
Como dijo alguien que conocí, atrapadores de ideas ajenas que sin ningún consuelo, mas que el ser unos necios de la vida, intentan no caer con el resto, pero claro está, caerán solos, porque solos están siempre, porque solo les interesa lo suyo y porque son solo eso, necios que se consuelan poniendo el codo.

son doce, doce, doce...

son doce, doce, doce...

doce ansiados, queridos, soñados,
porque de un sueño nacen
y en un anhelo no mueren.

son doce, doce, doce...

doce contigo, conociendo tus momentos,
escuchando tus miradas,
viendo tus risas airadas.

son doce, doce, doce...

doce sintiendo tu aliento,
convenciendo a las estrellas
que tú eres una de ellas.

doce, doce, doce...

doce pidiéndole al mundo
que este quince de magia
nunca repita tristeza.

doce, doce, doce...

doce meses contigo,
lo son todo,
tu eres todo.